Sistemas de riego eficiente: la clave para optimizar recursos hídricos y modernizar el regadío

¿Y si pudieras reducir hasta un 40 % el consumo de agua en tus cultivos sin afectar la producción?
Lograrlo depende de aplicar sistemas de riego eficientes, pensados para adaptarse a las particularidades del terreno, el clima local y los desafíos del siglo XXI. En este artículo te contamos qué alternativas existen, cómo ponerlas en marcha y qué beneficios concretos pueden aportar a tu entidad local.

Lejos de ser una simple tendencia tecnológica, el riego eficiente es una herramienta esencial frente a dos retos que ya están sobre la mesa: la escasez de agua y el aumento del coste energético.
Si gestionas una comunidad de regantes o trabajas en una administración local, aquí encontrarás información útil, contrastada y pensada para ayudarte a optimizar el uso del agua en tu municipio.


¿Qué entendemos por riego eficiente?

Los sistemas de riego eficiente optimizan el uso del agua, reducen costes y minimizan impactos ambientales. Aseguran una distribución precisa, evitando pérdidas por evaporación, filtración o conducción. De ahí la importancia de:

  • Conocer la demanda hídrica real de los cultivos (p. ej. a través de herramientas agroclimáticas como SiAR).
  • Aplicar el agua solo cuando y donde es necesario.
  • Controlar presiones y filtraciones para eliminar ineficiencias.

Tipos de riego: ¿cuáles son los 6 principales?

¿Cuáles son los sistemas de riego más eficientes?

  • Goteo y riego subterráneo: alta precisión en la aplicación del agua, con ahorros de hasta un 40 % frente a métodos tradicionales.

  • Aspersión nocturna automatizada: funcionamiento programado con control horario y regulación de presión, ideal para reducir pérdidas por evaporación.

  • Riego móvil con sensores y telecontrol: sistemas gestionados mediante tecnologías IoT o plataformas SCADA, que permiten un control eficiente y en tiempo real adaptado a las necesidades del cultivo.

Componentes clave de un sistema eficiente

  • Estaciones de bombeo: adaptadas a fuentes y presión requerida.

  • Depósitos y balsas: almacenamiento estratégico con impermeabilización.

  • Filtración: imprescindible en riegos presurizados para evitar obstrucciones.

  • Fertirrigación: integrar nutrientes en línea de riego para eficiencia volumétrica.

  • Telecontrol y sensores: permiten monitorización continua y ajustes en tiempo real.

  • Eficiencia energética: sectorización, bombas con arranque suave, tarifas adaptadas y renovables.

Implementación paso a paso

  • Diagnóstico inicial

    Antes de actuar, es fundamental conocer el punto de partida. Revisa el estado de las infraestructuras de riego, identifica posibles pérdidas, analiza los tipos de cultivo existentes y evalúa el consumo energético asociado.

  • Diseño técnico

    Selecciona el sistema de riego más adecuado (goteo, aspersión, etc.) teniendo en cuenta la topografía, los cultivos y la disponibilidad de agua. En esta etapa se integran también elementos clave como depósitos, sistemas de filtrado y soluciones de telecontrol.

  • Prueba piloto

    Implementa el sistema en una parcela de ensayo. Esto permite medir el ahorro real de agua, ajustar presiones y detectar posibles mejoras antes de aplicar el sistema a mayor escala.

  • Escalado progresivo

    Una vez validados los resultados, se puede extender la solución a otras zonas de riego planificadas. Es recomendable definir claramente las fases de ejecución, el cronograma y la formación necesaria para el personal implicado.

  • Seguimiento y mantenimiento

    Supervisa el funcionamiento del sistema mediante sensores o plataformas SCADA. Revisa periódicamente los filtros, prevén la calcificación de tuberías y apóyate en herramientas agroclimáticas como el SiAR.

  • Evaluación periódica

    Lleva un control regular del consumo de agua y energía, analiza la productividad, verifica el estado de las infraestructuras y valora si hay nuevas necesidades que requieran ajustes o mejoras.

Beneficios claros y medibles

  • Ahorro hídrico: hasta 40‑60 % menos consumo. En España, márgenes reales de ahorro tras modernización.
  • Eficiencia energética: menor factura eléctrica y posible integración de energía renovable.
  • Mayor productividad: aplicación de agua “justo donde y cuando” mejora la cosecha.
  • Sostenibilidad medioambiental: menos extracciones y disminución de contaminación difusa.
  • Control y trazabilidad: registros automáticos ayudan en auditorías y justificación de ayudas.
Agricultura
Fuente: Canva

Errores comunes y mitos

  • “Cuanto más riego, mejor”: esto puede llevar a salinización o anegamiento.
  • Ignorar filtrado: obstrucciones frecuentes paralizan sistemas presurizados.
  • No formar al personal: tecnologías avanzadas sin capacitación no rinden.
  • Olvidar mantenimiento: limpieza de tubos y reposición de emisores asegura eficiencia.
  • Subestimar inversión: aunque la instalación es costosa, el retorno se da con ahorro y mayor producción.
Tubería rota
Fuente: Canva

Innovación y riego inteligente

  • Sensores (humedad, clima, presión): controlan dosis y frecuencia.
  • Big Data e IoT: como drones, N‑telemetría o gestión cloud.
  • Telecontrol y SCADA (Supervisión, Control y Adquisición de Datos): modificaciones parciales o totales desde un centro.
  • Inteligencia artificial: empleo en cuencas como Segura para asignación dinámica.
  • Aguas regeneradas/desaladas: uso estratégico para preservar acuíferos.
Análisis de datos
Fuente: Canva

Contexto actual en España

Sistemas eficientes

Los sistemas eficientes representan el 79 % de la superficie regada

Riego localizado

El riego localizado es dominante (55,8 %), seguido por gravedad (21 %), aspersión (14,9 %) y automotriz (8,3 %)

Superfície cultivable

El regadío abarca un 22,4 % de la superficie cultivable, produciendo el 65 % de la producción vegetal

Mitos vs realidades

MITO REALIDAD

Todo riego es eficiente

No: solo el riego localizado y subterráneo superan >70 % eficiencia.

Es muy caro

La inversión se amortiza con ahorro de agua, energía y aumento de producción.

Solo vale para cultivos pequeños

Hoy en día se aplica con éxito también en frutales, olivar y extensivos.

Consejos prácticos para empezar

  • Realiza un balance hídrico con datos de SiAR.

  • Empieza con una parcela piloto antes de escalar a granja o municipio.

  • Forma a tu equipo: uso de SCADA, ajustes de presión, mantenimiento y filtrado.

  • Accede a ayudas y subvenciones del MAPA y fondos europeos.

  • Integra instrumentos de innovación como drones, IoT, sensores y telecontrol.

Los sistemas de riego eficiente son una herramienta transformadora para ayuntamientos y entidades locales: ahorro hídrico, ahorro energético, más productividad y cumplimiento ambiental. Hoy contamos con tecnología contrastada —como sensores, telecontrol, riego por goteo y plataformas agroclimáticas— que facilitan una transición ágil y rentable.

¿Ya has dado el primer paso hacia el riego inteligente en tu municipio? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios o contacta con nosotros para ayudarte a diseñar tu plan de modernización.
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